Esta semana he devorado dos nuevas series… ambas en las quinielas de premios este año y realmente interesantes, aunque tampoco es que me hayan parecido innovadoras o rompedoras. Simplemente un par de historias bien contadas que daba gusto ver: The Sinner y The end of the f***ing World.
De la primera supe por los Globos de Oro, y ver a Jessica Biel pues me atraía bastante. Siempre me ha gustado mucho. He de reconocer que no leí mucho sobre el argumento antes de verla. Simplemente algo sobre un asesinato y misterios. Así me sorprendió para bien. Me di cuenta del desenlace como en el segundo o el tercer capítulo, pero a pesar de todo disfruté mucho la narración y los pequeños detalles, sobre todo del personaje de Bill Pullman, que es curioso cuanto menos.
No tengo mucho tiempo para escribir, así que tampoco desvelaré detalles… Simplemente quiero recomendarla, con una reflexión sobre un tema que últimamente se repite mucho en las series: poli bueno – poli malo, no en el sentido de antaño, sino con personajes que empatizan con los criminales (normalmente con causa justa) y otros que no tienen el menor miramiento. Como si representasen dos caras de la justicia contemporánea, no tan ciega como nos parece. El tema no ocupa solo The Sinner, sino que también aparece en The end of the f***ing World, aunque su argumento principal vaya por otro lado.
Aquí sí que me apetece detenerme un rato. La he visto en un día… ocho capítulos de menos de media hora. Así sin querer. Y es que engancha. Una producción de Netflix para Channel 4, ambientada en el sur de Inglaterra y que tiene unos toques de humor crecientes sin perder la fuerza del drama que se presenta. Os la recomiendo y me meto un poco con…
***SPOILERS***
Así que chica conoce a chico… Cada cual más raro. Ella, con problemas en casa por el abandono de su padre y el imbécil de su padrastro que lastra a una madre insípida. Él, con problemas en casa porque su madre se suicidó delante suyo cuando era niño y su padre parece un pelababas. No siente nada, o eso dice, y es psicópata, o eso dice. Ella busca una aventura, él quiera asesinarla para saber lo que se siente con un animal más grande.
A partir de ahí empieza una loca historia de (no) amor a lo Telma y Louise, escapando de un asesinato justificado y de sus propias mierdas hasta que les pilla la policía, porque claro, les pilla.
Los detalles son infinitos… desde el momento en el que ella revienta el móvil en el primer capítulo porque una de sus amigas del instituto le manda un mensaje teniéndola delante, hasta el mal rollito lésbico de las dos policías a cargo de la investigación. Pasando por un pedófilo violento, un cajero desequilibrado (aunque no tanto como su jefa), los padres y sus locuras, o la oscura realidad que hay detrás de todo eso. Porque no podemos olvidar que aunque parece que nos encontramos ante pura ficción hay contextos en los que ese panorama es la norma. Al menos en países como Inglaterra. No por los asesinatos, pero al menos por los contextos socio-familiares.
En fin, que podéis ver las dos y disfrutarlas, y después me podéis decir qué os han parecido.