Estos días he estado leyendo varios libros de ciencia ficción de finales del siglo XIX y principios del XX. Huyendo un poco de los clásicos (el único un par de historias de Forster que tampoco me han apasionado), he de reconocer que he aprendido una barbaridad con las introducciones y con los textos.

Hace un par de días terminé una edición venezolana de textos sudamericanos que me ha parecido sensacional y me da pena no poder encontrar en papel en España. Con textos de clásicos como Borges o Cortázar, pero también autores de los que no había oído hablar, la colección de cuentos es bastante rica y el ensayo de salida de Daniel Arella es bastante completo e interesante. No voy a negar que de algún modo me ha decepcionado, porque me esperaba unos textos más ricos e interesantes, pero también es cierto que la propia ontología literaria sudamericana no es comparable con otras regiones, ni por cercanía. Son unos textos más mágicos que científicos en muchos casos, pero alguno de ellos exquisito. El libro se llama Relatos pioneros de la ciencia ficción latinoamericana y si lo ponéis en Google podréis encontrar fácilmente el enlace al documento que ha subido la propia editorial.

Justo antes leí Destellos de luna. Pioneros de la ciencia ficción japonesa. Me llevé una pequeña decepción al darme cuenta de que se trataba principalmente de un ensayo (de Daniel Aguilar), pero con cada página me fui enganchando y he de reconocer que me ha encantado y he aprendido muchísimo. También es verdad que mi conocimiento de la materia era básicamente nulo.

Pero el libro más recomendable de los que he leído estos días es el de Pioneros de la ciencia ficción rusa. La mayoría de los textos me han encantado, y dan mucho que pensar por el momento y el contenido. Una de las cosas que más gracia me ha hecho es cómo en casi todos los casos museos, arqueología y antropología están presentes en la trama. Algo que me parece curioso por el propio género en sí, pero sobre todo por ese sueño (casi identidad) cultural que se sentía en Rusia, antes y después de la Revolución.

Ahora voy a empezar una pequeña serie de novedades y clásicos, porque no todo van a ser pioneros… y la verdad es que me estoy aficionando un poco al género, sobre todo por cómo invita a reflexionar otros tiempos y otros lugares. Muy arqueológico.