Ahí estaba… probándome el traje para defender la tesis. Ya empezaba a dudar que llegase ese momento. Doctor. Así, como quien no quiere la cosa. El final de un camino tortuoso que me llevó más de diez años desde que esbocé el primer borrador de un índice. Por el camino pasaron muchas cosas, lecciones de vida que me llevaron a entender la arqueología de otra forma, más allá de la propia arqueología pública. Comencé a valorar todos esos elementos de la cultura popular que inundan nuestras calles y nos llevan a percibir el pasado y la profesión de forma diferente y pensé: ¿Por qué no me pongo también a ello? Al fin y al cabo todas esas cosas me encantan.
Pero qué decir de mi… Nacido en Madrid, en noviembre de 1983. Desde muy pequeño se forjó mi identidad en El Cabaco, un pequeño puedo de la provincia de Salamanca. Ya en el colegio me empezó a gustar la Historia, y como todo el mundo tuve mi fase piramidiota. Por suerte se me pasó y después de compartir pala y paletín con un equipo del CSIC que estuvo trabajando en mi pueblo una temporada, tuve claro que eso de la arqueología me gustaba. Por aquella época aún no existía el grado de Arqueología, así que tuve que estudiar la Licenciatura en Historia.
Pensaba que era arqueólogo de vocación, pero descubrí mi vocación real en 2004 leyendo un libro de Nick Merriman que se llama «Public Archaeology», así que a ello me puse. Por fin había encontrado el sentido de mi trabajo y aunque empecé a investigar sobre la Edad del Hierro para mi DEA (una cosa que se llamaba Diploma de Estudios Avanzados y que era una pequeña tesis antes de meterse en materia), después de un año en Londres estudiando el MA in Public Archaeology (iba a ir de estancia para conocer a Tim Schadla-Hall, pero entonces me costaba lo mismo quedarme al master), decidí cambiar y dedicarme a la gestión desde la perspectiva de la arqueología pública. Esto me vino de un artículo de Juan Vicent (uno de mis directores de tesis) y de que en alguna manera siempre me ha gustado controlar las cosas, a través de la gestión. Mi otro director de tesis, Víctor Fernández, me llevó a Etiopía. Ese ha sido mi otro gran episodio de vida, con siete años de idas y venidas, de proyectos que me abrieron los ojos a nuevas formas de entender la propia gestión y la arqueología pública.
En 2010, como no saqué beca para hacer la tesis, fundé una empresa: JAS Arqueología. Hoy sigue con buena salud y buena imagen, marcando territorio en el ámbito editorial con libros interesantes y revistas en Open Access, pero también apostando por la investigación en arqueología pública y la teoría arqueológica.
El 15 de marzo de 2017 defendí mi tesis doctoral. Poco después me presenté a un contrato de la Xunta de Galicia y desde noviembre de 2017 me he incorporado al Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC. Tres años y medio investigando en #pubarchMED que me han llevado a Londres, Atenas y el resto del Mediterráneo. Hasta que terminé contrato al acabar abril de 2021 y me vi por primera vez en paro…
Pero no duró mucho. En noviembre volví al Incipit para gestionar una nueva red de arqueología que se acaba de crear en el CSIC: ArchaeologyHub.CSIC
…to be continued