Pues empiezo el año con dos novelas que he terminado en esta primera semana: Americanah (Adichie, 2013) y Todo se desmorona (Achebe, 1958). Dos trabajos que no tienen absolutamente nada que ver en lo literario, pero que me apetecía reseñar juntos por un punto común interesante: Nigeria y los Igbo.

No me voy a meter con la crítica literaria, porque lo cierto es que no hay mucho que comparar. Cada una tiene su estilo y representa su momento, fórmulas diferentes que responden a realidades diferentes pero que tienen su encanto. Para mí, no hay duda de que la novela de Adichie es infinitamente mejor en lo literario que la de Achebe, pero éste representa algo muy especial (no olvidemos que Nigeria no se independiza de los británicos hasta después de la publicación de esta novela y que los autores africanos aún tardarán en tener ningún impacto en el mundo occidental).
Lo que me trae a esta reseña es el interés de ver dos momentos en la historia de Nigeria, narrados por dos momentos en la historia de Nigeria. Adichie nos trae una obra contemporánea, dirían millenial, que explora la idiosincrasia del país desde los 80-90 en adelante (aunque no se dan fechas exactas, mi generación puede reconocer algunos de los principales hitos culturales como propios), fijada principalmente en la clase media aunque con atisbos de todo el espectro urbano. Clase, género y raza podrían ser sus tres temas principales, entendidos con los ojos de hoy. Achebe abre camino a la literatura africana más internacional con un relato de la vida de un desgraciado igbo a finales del siglo XIX en el momento en el que se encuentran con occidente y… todo se desmorona. Aquí, podemos identificr clase, género y raza, pero con un latigazo de colonialismo mucho más evidente que el que se puede entrever en las páginas de Adichie.
Me quedo con ganas de leer algo que explore los 60-70 para terminar de completar el siglo. Pero bueno, todo llegará. por ahora me apetecía fijarme en la vertiente más antropológica de estos trabajos, que sin ser ensayo nos acercan a la conformación de las tradiciones de este grupo nigeriano, desde la tradición clásica que narra Achebe a ese sincretismo critiano de Adichie. Y una de las cosas que me llama más la atención tiene que ver precisamente con la religión.
Se ha escrito mucho sobre las diferencias entre la colonización ibérica y la anglosajona. Una de ellas radica principalmente en la misión como punta de lanza del proceso. Si bien las estrategias de católicos y protestantes no diferían mucho y tan solo se pueden identificar sensibilidades concretas que resultaron en mejores o peores encuentros (como pueden ser Brown en la novela de Achebe, o Pedro Páez en Etiopía contra sus respectivos sucesores), una cosa que creo sí ha sido fundamental es el resultado.
En todo caso, no puedo más que recomendaros ambos libros, sobre todo Americanah. Yo me vuelvo a Palestina con el siguiente…