Ya voté ayer, así que puedo pasar la jornada de reflexión reflexionando sobre otras. En este caso, un libro que no me ha gustado demasiado y he tardado meses en terminar
aunque leo solo en el avión
y en el aeropuerto en ocasiones. Porque hace un tiempo que he decidido retomar la lectura por placer y, a veces, el placer no llega por malas elecciones. «Solar Bones» ha sido una de ellas y eso que el título parecía atractivo y ha ganado un par de premios a pesar de no tener un maldito punto y a parte
porque parece que los nuevos estilos de escritura
molan
y que no hace falta que sigamos las reglas para poder montarnos una novela de más de doscientas páginas sin presentación, nudo o desenlace. Solo pensamientos encadenados de su protagonista que nos van narrando su miserable vida y
hacen de la nuestra algo parecido aunque
si los críticos que saben de estas cosas dicen que el libro merece la pena, deberíamos hacerles caso. Yo por mi parte paso, no lo he entendido y no me ha gustado, y no puedo más que comentarlo aquí porque es el único medio en el que me desenvuelvo como
quiero
sin reglas, más allá de las que me pongo a mi mismo, narrando en esta entrada sin sentido el sinsentido de libro que cometí el error de comprar y que me hace dudar de volver a leer algo de Mike McCormak, o de ningún
irlandés en general más allá de los posts de Neill McAllister, el amigo de Lancaster Williams en «El Hallazgo»
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