Llevamos ya un mes con la covid-19 a cuestas y la verdad es que sin querer queriendo le he dado un buen empujón a las series que tenía en cartera. Este mes he visto muchas cosas, algunas buenas, otras menos. He descartado al menos tres o cuatro series, incluyendo la segunda temporada de Altered Carbon, que no aguanté ni veinte minutos con el primer capítulo. Ha habido finales memorables como el de Silicon Valley o The Good Place, otros bastante apañados como el de Power, y ahora he decidido probar un par de comedias nuevas para suplir las ausencias que está dejando esta temporada: Bob <3 Abishola y The Unicorn. Por el momento las dos me están gustando. Aún tengo una lista de series por delante, por continuar, como The man in the high castle o La casa de papel, que acaba de salir y seguramente sea la próxima con la que me ponga, pero también por empezar, como See o Picard. Por ahora, os quiero traer la que por el momento me parece la mejor de lo que llevamos de confinamiento, después de una genial segunda temporada de The Sinner, que también os recomiendo: The Morning Show.

Ha sido el primer estreno de Apple TV, y como la calidad de las series que nos trae esté a su altura, en poco tiempo se va a colocar muy arriba en el ranking. Desde luego, tras el bajón de Netflix y la cancelación de todas las producciones de Cinemax, después de una genial Jett, la guerra será cosa de HBO y Apple con algunas agradables sorpresas en otras plataformas. Por cierto con Disney+, The Mandalorian no está nada mal, pero rompe mucho con lo que uno se espera de Star Wars, para bien supongo.

Pero volvamos a la serie que nos ocupa… Desde los títulos de crédito, que enganchan, uno se anima ya a ver esta serie, que al principio recuerda un poco a The Newsroom, una grandísima serie de HBO. Ha estado rodeada de controversia, ya que su creador, Jay Carson, terminó enjuiciado tras su despido por diferencias creativas. Carson viene directamente de la política y House of Cards, así que ya apunta muy alto para ser un hobby.

El argumento es sencillo… Un presentador del principal matinal norteamericano es despedido tras un escándalo por las acusaciones de ‘sexual misconduct’ [perdón pero ahora mismo no sé traducir un paralelo adecuado], dentro de la segunda oleada de Me Too. Dentro de las tensiones de la cadena, se genera una revolución que mantiene de fondo el tema del acoso aunque se meta en otros líos. Y lo mantiene muy alto, siempre presente y desde una perspectiva fabulosa. La serie es esquisita y el último capítulo es el culmen para un guión en el que ni falta ni sobra nada.

Duele un poco tener a Steve Carrell haciendo de malo con el cariño que se le tiene desde The Office, pero por lo demás, una Jennifer Aniston muy en su sitio, aunque a veces un poco forzada y una Reese Witherspoon que este año me tiene loco después de ver el otro día la segunda temporada de Big Little Lies. Tiene narices que con un personaje tan desquiciante te acabe gustando 😛

En definitiva, que hay que verla… merece mucho la pena.