Pues resulta que Orange me ha regalado un Chromecast que me venía de perlas para la tele de Atenas. Esta tarde lo he instalado por fin después de una semana en la caja y al final me ha dado por ver Roma en Netflix, así por estrenarlo. Y bien en tiempo, que con dos Globos de Oro y favorita para el Oscar, hay que aprovechar estas oportunidades.

He de reconocer que empiezo a ver la película sin tener ni pajolera idea de qué trata, más allá de que Cuarón rememora su infancia, y que estoy escribiendo esta entrada según la veo. Así como tuitear en directo. De Alfonso Cuarón hasta ahora me ha gustado todo lo que he visto, aunque no lo he visto todo, claro. Y así nada más empezar, al menos la fotografía me parece preciosa. No sólo por el blanco y negro. Los encuadres son de los que me gustan, cuidados.

Normalmente necesito estar de humor para ver una película buena… y hoy había pensado en ver el último de Black Mirror, pero Netflix no me deja y no sé si es porque aún no está disponible o por qué. Como lo tengo en griego no me entero de la mitad. Decidí poner los subtítulos en griego y los he tenido que cambiar a español para entender cuando hablan en Mixteco… cachis.

Hace unos meses escuché en la radio algo sobre la película, pero no me acuerdo bien. Eran en el programa este de cine de Radio Nacional, mientras conducía volviendo a Madrid, no sé bien desde dónde, a la altura de Navacerrada. Es curioso como conecta cosas el cerebro. Me acuerdo de tomar un par de curvas en la carretera mientras hablaban de la película, pero no de dónde venía. Y hay que joderse lo que cagaba el perro… o lo vaga que era Cleo. Y que eso sea una de las cosas que ha quedado grabada en la memoria de Cuarón. En fin…

Sofá, manta y Netflix… y el blog.

Así de primeras me ha dado la sensación de que era una película un poco lenta. Vamos, lo es. Sin embargo llega un momento en el que se hace agradable. Se van entreviendo las tramas, con sus pequeños episodios cómicos y otros más trágicos. Muchas cosas me recuerdan a mi propia infancia. Las canciones infantiles, aunque las letras cambien un poco, los juegos, o esa relación diferente con los animales. Casi traumática. De las cabezas disecadas de todos los perros que vivieron en la hacienda a mi alfombra, del único perro que tuvo mi madre, y que hoy da nombre a mi peluche más grande. Por supuesto la alfombra desapareció en cuanto falleció mi abuelo.

Una cosa que no me ha gustado mucho es la escena del incencio… tanto el propio fuego como la forma de apagarlo, aunque la fuerza de la escena es interesante, con el nórdico cantando y los fuegos artificiales. Supongo que este momento, como a mitad de la película, marca un poco el corazón del guión. Una pintura de la sociedad acomodada mexicana en contraste con sus criados y el contexto social y político del momento.

Y a partir de aquí algún ***SPOILER*** que plasma un poco la realidad social del momento, a través principalmente de la ruptura del matrimonio de Sofía y el embarazo de Cleo, con todo el machismo que rezuman ambas situaciones. También me he preguntado si en cierto modo no hay aquí algún guiño más como Perdidos en el espacio y Gravity, los trasfondos con Y tu mamá también, o la propia odisea de Cleo con Hijos de los hombres, por poner ejemplos de las que él ha escrito. Como si de algún modo todos esos recuerdos le hubiesen marcado o inspirado. ¿Tendrá la próxima película algo que ver con aviones? Y es que es una de las tónicas que no dejan de repetirse… aviones, de fondo, en imagen o en sonido. Continuamente.

Una de las frases más contemporáneas de toda la película: «Estamos solas. No importa lo que te digan. Siempre estamos solas.» que le dice Sofía a Cleo. Aunque es curioso, y preocupante, que muchos de los aspectos problemáticos que surgen como parte del contexto social en el que se desarrolla la película siguen estando de actualidad hoy. Es como si en estos casi cincuenta años tampoco hubiesen cambiado tantas cosas… Sí, tenemos wifi y smartphones, pero seguimos siendo igual de miserables.

Así que con eso termino… muy buena, muy recomendable. Seguramente se merece los más de cien premios que lleva y los que le queda por recoger. Si tenéis ocasión de verla en Netflix o pasaros por el cine, es un placer.