Resulta que llevo cuatro meses sin publicar nada… ¡Cuatro! Y no es que haya estado inactivo (en esto de leer, ver series, hacer cosas en general que no sean trabajar), pero por una u otra razón (principalmente viajes y trabajo) me ha costado encontrar el momento para volver a las andadas. Voy a intentar ponerme un poco al día.
Desde la última entrada que publiqué he visto muchas cosas. Algunas interesantes, pero que no me ha apeteceido reseñar. Por ejemplo, Electric Dreams, Disenchanted o las últimas temporadas de The Man in the High Castle, Better Call Saul y más. Ayer mismo vi del tirón Bodyguard. Pero sin duda, la que más me ha gustado ha sido Capítulo 0.
Antes de entrar en faena, quería apuntar un par de detalles generales sobre las tendencias actuales. Básicamente, todo lo que huele a hype decepciona. Uno de ellos han sido las diferentes producciones en torno a Philip K. Dick y Electric Dreams es una de ellas. Llena de «estrellas» en cada capítulo, da la sensación de ser el hermano pequeño de Black Mirror. Y no es por falta de medios en la producción sino por los propios guiones, que podrían haber dado mucho más a historias buenas que por otro lado ya hemos visto. En el caso de Disenchanted, la sorpresa fue grata, aunque tanto los dibujos como las dinámicas no dejan de recordar a lo que ya conocemos en un mundo medieval imaginario. El resto, en su línea. Comparto la opinión de que, al menos en lo que a la historia y la narración se refiere, Better Call Saul es mejor que Breaking Bad. O al menos está al nivel. El único problema son los tiempos, muy lentos.
Pero vamos al grano… Y es que los chanantes se han vuelto a juntar para una producción fabulosa que nos devuelve un poco a esos orígenes del grupo por dos vías: la del contenido y la de las referencias. Y en una sección de series, pesa mucho este aspecto, porque está muy ligado a la televisión. El título está muy bien traído, porque la serie está producida para el canal #0 de Movistar+ y a la vez presenta como capítulos piloto de series y películas que todos podemos reconocer.
Ernesto Sevilla ha dirigido la mayoría de los capítulos (además de coprotagonizarlos con Joaquín Reyes) y se puede ver la impronta del grupo en todos ellos. Ese humor absurdo, las referencias ochenteras, los acentos manchegos. Te dejan con ganas de mucho más, porque si se le puede sacar una pega a la serie, es que solo tenga 5 capítulos.
No voy a comentar nada sobre los argumentos, porque merece la pena llevarse la sorpresa, pero van desde Se ha escrito un crimen a Star Trek, y no me quiero ni imaginar lo que puede venir cuando se metan con todas las que no salen (que ojalá lo hagan). Para terminar, un hecho curioso: ¡La serie me la ha recomendado mi padre!